Hacia un anhelo devocional; luna nueva en Anuradha, Escorpio, 1 de diciembre de 2024

El día 1 de diciembre (a las 7:21 Madrid, España) se unen en el cielo Sol y Luna en la mansión lunar de Anuradha, en Escorpio. Anuradha nakshatra está formada por tres sistemas estelares en la constelación de Escorpio: Beta Scorpii (Acrab), Delta Scorpii (Isidis/Dschubba) y Pi Scorpii. Conocida como “la estrella del éxito”, el poder de Anuradha es Radhani Shakti, el poder de la devoción y la adoración. Como su propio nombre indica, está asociada al amor incondicional y divino que profesa Radha por su amado Krishna. Las circunstancias de sus vidas les mantienen casi siempre separados. Ella, casada, mortal, y él, un príncipe, y un avatar de Vishnu cuyo dharma siempre es el mantenimiento del orden cósmico y universal. Esa separación crea anhelo, y ese anhelo de unión con el amado es una fuente inagotable de devoción pura. Es una de las puertas de acceso al amor divino, al amor incondicional real. Cuando se unen, todo el universo tiembla y forma parte de la danza del éxtasis divino; embriagados del néctar dulce que brota de sus corazones. 

Hace 6 meses tuvimos una luna llena en este mismo lugar, la luna en Escorpio y el sol en Tauro. En ese momento, el mapa celeste nos hablaba de encontrarnos frente a frente con el deseo que debía convertirse en el camino de nuestra devoción. Hoy, la luna se une con el sol creando esta luna nueva, ya no están separados uno frente al otro. Hoy, esa danza extática entre Radha y Krishna, su Rasa Lila, refleja la danza del cosmos y la unión divina de Shiva (el sol como prakasha, luz de la conciencia) y Shakti (la luna como vimarsha, la conciencia autorreflexiva).

La deidad que rige Anuradha es Mitra, una deidad solar védica que rige sobre la amistad y la lealtad. Se le considera uno de los adityas, hijos de Aditi. Se suele hablar de 12 adityas como representaciones de 12 facetas diferentes del sol. En los Vedas, Mitra aparecía siempre en tándem con Varuna, y es casi imposible separar sus funciones. Ambos regían sobre la tierra y los cielos, sobre los ríos y los océanos, sobre las rutinas y los ciclos. Podían controlar el clima, hacer que el sol saliera, o que el cielo se cubriera de nubes y cayera la lluvia. Con el tiempo, Mitra comenzó a ser asociado con el sol del amanecer, y a Varuna cada vez más con la noche y la oscuridad como regente de los océanos terrestres y celestiales. El conocimiento de Mitra y Varuna casi siempre provenía de fuentes secretas y misteriosas. Todo ello ata muy bien con los temas arquetípicos que solemos asociar a Escorpio, el signo místico y enigmático por excelencia, donde lo oculto se convierte en fuente de inspiración.

Uno de los símbolos de Anuradha es el loto, recordándonos que a veces debemos pasar por los momentos más oscuros antes de poder volver a ver la luz. Una pequeña llama en un abismo oscuro, puede iluminar y cambiarlo todo. Esa llama puede ser el amor mismo, o como en las historias de Radha y Krishna, el anhelo que se convierte en amor y en devoción y nos lleva hacia la autorrealización. Igual que la flor de loto nace en las profundidades del lodo y se hace camino hacia la superficie buscando el sol, nosotros también podemos seguir este ejemplo y buscar el hilo conductor que nos guíe hacia nuestro florecer. Puede que sea el amor, el anhelo, el deseo, la devoción, la fe, la curiosidad, o el servicio desinteresado. Sea lo que sea lo que nos mueva, debe ser algo tan poderoso que nos pueda sustentar en los momentos más oscuros y duros, que son parte intrínseca de esta realidad material en la que existimos. Debe convertirse en la semilla, raíz y tallo de nuestra flor de loto para que pueda al final vislumbrar el esplendor solar.

Los temas que esta luna nueva puede despertar son aquellos que tienen que ver con aceptar lo que es, lo que podemos ver y lo que está oculto, y trabajar con ello, anclando nuestra devoción en aquello que es imperecedero, como el amor o el cambio constante. Nos pide encontrar la manera de sentirnos en paz incluso en la incomodidad, un cambio de percepción y de perspectiva. Por ello, puede que el mundo externo se convierta en nuestra escuela y aparezcan conflictos o situaciones de estrés que nos pueden llevar a perder la paciencia y a volver a las acciones automáticas arraigadas en el temor de perder el control. Pero en realidad, ¿tenemos tanto control como creemos? Cuando nos enamoramos, o sentimos un profundo anhelo por algo, muchas veces no podemos controlar nuestras acciones racionalmente, ya que éstas comienzan a ser guiadas por una inteligencia diferente más en consonancia a las emociones y a la intuición. Y esta luna nos pide mucho discernimiento; aprender a separar lo que es realmente intuición, lo que es instinto, lo que es creencia inconsciente y lo que es anhelo divino.

La luna en Escorpio, y en tan cercana proximidad al sol, se encuentra debilitada. Puede que un poco confundida entre tanta emoción, pierde su sentido de independencia, y nada en las aguas profundas de lo místico. A Escorpio le encanta hablar en el lenguaje simbólico que aúna pasado y futuro en un tiempo liminal que no es ni entonces ni después, sino siempre eterno, siempre ahora. Regido por Marte, Escorpio también tiene la capacidad de envenenarse a sí mismo si la rabia y la frustración toman el control de su afán de movimiento y acción innatos. 

El sol en cambio, por fin salió de Libra, su signo de debilitación, y se encuentra mucho mejor en Escorpio, Casa de otro planeta fogoso (Marte) como él mismo. Aquí puede ejercer su influencia con más fuerza, y puede hacer brillar su luz de la conciencia sobre nuestra mente (manas) que es la luna, y sobre nuestro intelecto del discernimiento o intuición (buddhi) que es Mercurio. Porque Mercurio también se encuentra en este abismo de Escorpio en la nakshatra de Jyeshtha, “la mayor”, la estrella Antares, en el momento de la luna nueva. Mercurio eso sí, se encuentra en su fase de retrogradación, obligándonos a revisar todo dos veces o más, sobre todo aquello que tiene que ver con cómo analizamos y percibimos la realidad, todo lo que tenga que ver con las comunicaciones, y por supuesto, la tecnología. 

El planeta asociado a esta nakshatra es Saturno, que justamente hace un aspecto directo a esta luna nueva desde su posición en Shatabhisha nakshatra, en Acuario. Saturno abre la puerta a la disciplina necesaria para continuar caminando, paso a paso, entre el sufrimiento inherente que existe siempre cuando hay dualidad, confiando en el proceso mismo que se desenvuelve cuando no nos rendimos y tenemos el corazón puesto en nuestra meta final, sea la que sea.

Marte, regente de Escorpio, sigue en las aguas de Cáncer, donde no puede realmente sacar sus armas y luchar como le gustaría, sino que está obligado a nadar en las aguas de la Gran Madre y descansar. Marte y Luna forman un Parivartana Yoga, donde cada uno se encuentra en la casa del otro. Y no, no están tan cómodos realmente, pero tienen que aprender las lecciones que les corresponden en cada momento. No se crece en la zona de confort. Tenemos que arriesgarnos a estar incómodos. 

Júpiter, desde Tauro, está en oposición directa a Sol, Luna y Mercurio. Júpiter nos lanza un rayo de esperanza y optimismo para darnos las fuerzas necesarias para continuar por el camino de nuestra devoción individual en consonancia con el amor universal. Venus está en Sagitario, en la casa de Júpiter. De nuevo, Venus y Júpiter forman un Parivartana Yoga, y cada uno se encuentra en la Casa del otro. Los dos maestros celestiales nos ayudan a integrar las lecciones que tienen que ver con sentir lo que anhelamos y transformar esa energía en devoción y amor, que serán al final el faro que guíe nuestros barcos a su puerto seguro en el océano del corazón universal. 

Feliz luna nueva, os deseo mucho discernimiento para estos momentos que pueden ser confusos, un discernimiento que despierte el anhelo devocional hacia re-encontrarnos a nosotros mismos en medio de cualquier tormenta.

Gracias siempre por acompañarme. Puedes ver mi vídeo con más detalles simbólicos y astrológicos en mi Canal de Youtube. 

Danah


Discover more from Journey To The Self - Viaje Hacia el Ser

Subscribe to get the latest posts sent to your email.